En 2016 es impensable la realización de proyectos de construcción o ingeniería sin la ayuda de diversos programas informáticos. En la fase de diseño lo más habitual es centrarse en soluciones CAD (computer-aided design), la más conocida de las cuales sería AutoCAD de Autodesk.
La tecnología CAD fue la evolución del diseño en papel, la forma de trabajar y pensar es directamente el perfeccionamiento de ésta.
La primera versión comercial fue presentada en el COMDEX Trade Show de Las Vegas en noviembre de 1982. Si bien las utilidades de AutoCAD 1.0 eran muy elementales, permitían mucho más que representar gráficamente coordenadas de puntos. Por ejemplo, ya ofrecía capas, texto y hasta un menú de comandos, todo ello con muchas limitaciones. Por ejemplo, las capas no eran nombradas por el usuario y la cantidad posible era ilimitada. El menú lateral, único hasta 5 años después, sólo permitía acceder a 40 comandos.
Tras esta primera versión vendrían una serie de actualizaciones menores que irían añadiendo funcionalidades nuevas como el uso de cotas, los atajos de teclado a pinzamientos, rejilla y ortogonal o la posibilidad de cambiar elementos de capa sin tener que borrarlos y volverlos a dibujar.
Todas estas versiones corrían bajo sistemas operativos DOS, mac o Unix, la informática no era amigable ni estaba extendida y no sería hasta la versión 12 del programa cuando nos encontraríamos una versión para Windows y con unas características e interface reconocibles en las versiones más modernas.
Windows 95 supuso la generalización de la informática a nivel usuario, fue el gran impulso de la era de internet y Autodesk nos trajo su AutoCAD 14, el primero exclusivo para el sistema operativo de Microsoft y que se impuso como estándar del sector desterrando casi definitivamente las mesas de dibujo de los despachos de arquitectura e ingenierías.
El CAD supuso una revolución en la profesión, aumentando la productividad y la calidad en los proyectos, tras años de dominio de las soluciones basadas en CAD, poco a poco se va implantando una nueva solución que supone la siguiente gran revolución en la forma de trabajar: BIM.
Donde el CAD es el equivalente informático a trabajar en papel basándose en la representación vectorial; BIM, acrónimo de Building Information Modeling, sería el equivalente a crear una maqueta detallada del proyecto a ejecutar basándose en “objetos”.
La empresa pionera en la aplicación del concepto BIM fue la empresa húngara Graphisoft, la cual lo implementó bajo el nombre de Virtual Building (Edificio Virtual) desde 1987 en su programa ArchiCAD, reconocido como el primer software de BIM para ordenador personal capaz de crear tanto dibujos en 2D como 3D; Autodesk comenzó utilizar el concepto BIM desde 2002 cuando compró la compañía texana Revit Technology Corporation.
Un verdadero modelo BIM consiste en los equivalentes virtuales de los elementos constructivos y piezas que se utilizan para construir el edificio. Estos elementos tienen todas las características -físicas y lógicas- de sus componentes reales. Estos elementos inteligentes son el prototipo digital de los elementos físicos del edificio, como son los muros, pilares, ventanas, puertas, escaleras, etc. que nos permiten simular el edificio y entender su comportamiento en un entorno computerizado antes de que se inicie su construcción real. Esto permite diseñar de un modo mucho más eficiente, creando modelos 3D de una forma directa y generar las mediciones y presupuestos de los materiales empleados durante el proceso, pudiendo enlazar en muchos casos el programa BIM empleado como Archicad o Revit a programas como presto, aumentando las tres dimensiones espaciales primarias (anchura, altura y profundidad) con el tiempo como la cuarta dimensión (4D) y el coste como el quinto (5D). Por lo tanto, BIM cubre más que simplemente la geometría como hacemos con programas CAD, también cubre las relaciones espaciales, el análisis de la luz, la información geográfica, y las cantidades y propiedades de los elementos de construcción (por ejemplo, detalles de los fabricantes).
Al estar cada elemento perfectamente definido y relacionado con el resto de elementos, cualquier cambio afecta a todo el proyecto, actualizándose automáticamente de una forma lógica y transparente.
Con la llegada de las tecnologías móviles, como los iPhones/iPads y la aceptación del uso del BIM ha ido más allá del cerrado círculo de los profesionales. Los clientes, los propietarios de los edificios y los operarios cada vez tienen más acceso a los modelos BIM a través de sus dispositivos móviles, incluso sin tener que instalar ninguna aplicación BIM para ello.
El uso de BIM va más allá de la fase de planificación y diseño del proyecto, se extiende a lo largo del ciclo de vida del edificio, incluyendo el apoyo a los procesos de gestión de costes, gestión de la construcción, gestión de proyectos y la operación de las instalaciones.
En España una reunión de julio de 2015 del Ministerio de España de la Infraestructura [Ministerio de Fomento] lanzó estrategia nacional BIM del país, por lo que BIM será un requisito obligatorio en los proyectos del sector público con una posible fecha de inicio de 2018.